PRESENTACIÓN
Una educación integral exige tener en cuenta las capacidades
cognitivas y emocionales de los alumnos. La emoción es imprescindible para
aprender. Se recuerda lo que se siente, y eso se convierte en experiencia. Los
contenidos del área están vinculados al mundo emocional de los alumnos y
alumnas.
En la definición de inteligencia encontramos que es la facultad de
conocer, analizar y comprender, que es habilidad, destreza y experiencia. No
hay dos alumnos iguales, cada cual puede desarrollar sus capacidades mediante
actividades diversas.
La Biblia es un libro emocionante y lleno de emociones. La confianza
de Abrahán, la indignación de Moisés, el entusiasmo de David, el desconcierto
de María. Acercarse a los relatos bíblicos es encontrarse con personas que
creen, ríen, aman, sufren, esperan…
Cada tema empieza con una situación que refleja sentimientos y
emociones, hablamos sobre ellos detectando las emociones que recorrerán toda la
unidad, una experiencia cercana al alumno.
Después leeremos y aprendemos con la Biblia.
En la tercera parte sintetizaremos la emoción y el contenido teológico
con observaciones y comprensión lectora.
Se presentará un personaje que encarne valores cristianos trabajados
en la unidad.
Atendiendo a la diversidad, con actividades cooperativas, de análisis,
de desarrollo de habilidades artísticas y otras diferentes atendiendo a las
capacidades propias del alumno/a. De una forma lúdica, con textos literarios
relacionados con los contenidos de la unidad, cuadros….También nos apoyaremos
en unas secuencias de cine para trabajar la unidad.
Desde la Delegación Diocesana de Enseñanza nos han propuesto unas
actividades, esto no significa que participemos en ella, teniendo en cuenta
eventualidades, eventos, coincidencias, implicación, participación …, las
llevaré a cabo.
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